Ana y Pablo estaban sentados en el sofá de su sala de estar.
Ana observaba la parte posterior del diario que su marido estaba leyendo, preguntándose si estaba pegado a su cara.
“¿Cómo puede alguien leer tanto sobre el estado del tiempo? Bueno, al menos no se está quejando de su trabajo otra vez”, pensó Ana.
“Sabes cuál es el problema con toda esta estúpida charla sobre el calentamiento global”, Pablo dijo…
Nótese la falta de signos de interrogación. ¡Oh no! Su marido no estaba haciendo una pregunta. Estaba a punto de desatar otra larga opinión que él cree que es casi casi una revelación Divina.
“¿Cuál, querido?”, suspiró Ana.
Sabía por experiencia que tratar de evitar la conversación sería una pérdida de tiempo, así que ¿por qué luchar contra lo inevitable?
Pablo finalmente bajó el periódico mientras hablaba. “Ya ves, son todos esos liberales que manipulan todos los datos. Por ejemplo, afirman que los glaciares de Alaska se están derritiendo debido a la influencia humana. ¡Eso es absolutamente ridículo! ¿Sabes lo que es eso? ¡Es una mentira! Te voy a explicar lo que realmente está pasando. Es que … ”
“Soy muy afortunada”, Ana pensó, “tengo que escuchar la explicación completa … ¡Otra vez!”
“Sabes cariño, tengo una idea”, Ana interrumpió. “¿Por qué no vamos al lago y tomamos un poco de sol? En el camino me puedes decir todo acerca de cómo los liberales están torciendo los hechos para asustarnos y hacer perder miles de millones de dólares de los contribuyentes trabajadores”.
“¡¿Qué?!” explotó Pablo. “¡¿Ir hasta el lago ahora, en sábado ?! ¡Eso llevará al menos 40 minutos con todo el maldito tráfico! Esta ciudad está creciendo demasiado. ¡Es un zoológico!. ¿Puedes creer que tardé 30 minutos para llegar el otro dia a … ?”
Ana arrepentida se preguntó: ¡¿En qué estaba yo pensando?! ¿Qué diablos tendría en la cabeza para sugerir siquiera algo tan loco como ir a relajarnos en la naturaleza en una hermosa tarde de sábado ?!
Y aunque las quejas de Pablo estaban drenado todos los deseos de Ana de hacer cualquier cosa con él, de alguna manera no pudo resistir el impulso de irritarlo aun más.
“Solíamos ir al lago cada fin de semana, cuando nos casamos,” Ana apenas dijo cuando Pablo respiró y se quejó acerca de cómo los políticos corruptos estaban permitiendo que las grandes empresas destruyeran la ciudad.
Y además, Pablo dijo: “¡Eso fué antes de que medio mundo decidiera venirse a vivir aquí!”
“Todos los fuereños y sus madres se están mudando aquí comprando todas las casas que pueden. Ahora el tráfico es terrible, y el mercado de los bienes raíces es muy caro . Es imposible para la clase media trabajadora, poder hacerse de un patrimonio”.
Ana ya estaba agotada de escuchar otra letanía de quejas de su esposo. Entonces, de repente a Ana se le ocurrió una idea.
“¡Ya sé lo que podemos hacer!” interrumpió a su marido. “Vamos a ver esa película con Morgan Freeman y Diane Keaton. Ya sabes, la de una pareja que decide vender su pequeño apartamento en Nueva York, y ….”
Pablo la interrumpió: “¿Estás loca? ¿Sabes cuánto tiempo tendremos que esperar en fila tan sólo para estacionarnos?”
Ana sabía lo que venía – habría un largo discurso sobre el precio exorbitante de los boletos de cine, las palomitas de maíz y las sodas, seguido de quejas sobre la gente hablando alto en sus teléfonos móviles durante la película, lo incómodo que los asientos son, y ¡hasta lo pegajosos que están los pisos!
Ella decidió ahorrarse otro largo sermón y mejor se puso de acuerdo con su marido. “Sí, es una locura”, afirmó.
“¡Así es!”, dijo Pablo. “¿Qué tal si esperamos hasta que salga esa película en vídeo? De esa manera podremos verla en la comodidad de nuestra propia casa, ahorrar dinero y evitar la espera en las largas filas en el cine”.
“Está bien, querido”, Ana respondió decepcionada. “¿Por qué no terminas tu trabajo mientras yo hago algo en el jardín por un rato?”
“Muy bien. Tómate tu tiempo porque tengo que trabajar un par de horas para estar listo para aquella reunión innecesaria del lunes con mi jefe y su socio. Si quieres, podemos ver el partido de fútbol juntos. Empieza a las 7:00 “, dijo Pablo.
Ana sonrió amablemente, haciendo todo lo posible para ocultar su frustración al pensar:
“NO otra noche de Sábado ¡VIENDO OTRO ABURRIDO JUEGO DE FÚTBOL!
¡Ya no aguanto a Pablo, me está volviendo loca!”
Sentiéndo como que un volcán estaba a punto de entrar en erupción dentro de ella misma, Ana decidió inventarse una excusa para salirse de su casa.
Se las arregló para convencer a su marido de que su amiga Mari necesitaba su ayuda. “Vuelvo para la segunda mitad del partido, tal vez”, Ana le dijo a Pablo.
“¡Tómate el tiempo que quieras!” Pablo se rió sarcásticamente. “No puedo imaginar nada más aburrido que escuchar ladrar todas las tonterías que esa mujer loca tiene que decir”.
Ana no se molestó en responderle a Pablo sobre las críticas a su amiga Mari porque eso haría que Pablo se quejara aún más.
Ella simplemente arrebató su bolso del armario del pasillo y se dirigió hacia la calle por la puerta de atrás.
Como en muchas otras ocasiones, cuando salía de su casa, los ojos de Ana se llenaron de lágrimas al sentir una gama de emociones pasando por su cuerpo.
Sentía rabia porque Pablo criticaba todo el tiempo; tristeza porque se ha convertido en una persona muy infeliz y porque ella extraña a aquel muchacho sencillo y buena onda con el que se casó.
Temía que su matrimonio con el tiempo se derrumbará, y también se sentía culpable porque a pesar de que ama a su marido, ya no se siente satisfecha con su relación y casi no quiere pasar tiempo junto a Pablo.
Entonces, ¿qué puede hacer Ana cuando su marido la está sacando de quicio?
¿Qué puede hacer para mantener la calma y conseguir lo que ella quiere de él?
Le encantaría que él dejara de quejarse por todo, que se preocupara por sus necesidades y que quisiera hacer cosas divertidas juntos, como lo hacían en los primeros años de su relación.
¿Estás en una situación en la que te sientes frustrada con tu pareja?
Tal vez en tu caso él no se queje mucho, puede ser cualquier otra razón pero a veces o a menudo, su comportamiento simplemente te saca de quicio.
Si ese es el caso, y estás teniendo problemas en tu relación debido a la conducta de tu pareja, hay algunos pasos importantes que puedes seguir para resolver la situación.
Desafortunadamente, la mayoría de las mujeres se sienten frustradas, y se van distanciando de sus parejas poco a poco porque no saben cómo expresar sus frustraciones y cómo manejar la situación.
Algunas incluso se preguntan si su relación está condenada al fracaso.
Esto no tiene porqué pasar. Los problemas en tu relación pueden ser la materia prima para obtener una mayor comprensión, compasión, comunicación y conexión con tu pareja.
Puedes usar estas situaciones difíciles como tierra fértil para sanar heridas en ambos y alcanzar su crecimiento individual y como pareja.
Sigue estos 5 pasos que pueden ayudarte a mantenerte en calma y obtener lo que quieres cuando tu pareja te está sacando de quicio:
- Haz una pausa para calmar tus emociones.
Debes saber controlar tus emociones tu misma en vez de reaccionar deliberadamente y hacer o decir cosas de las que después te puedes arrepentir.
2. Sé responsable por lo que TÚ sola puedes controlar.
Las acciones de tu pareja, buenas o malas, son SUS acciones. La manera en la que tu respondas (en pensamiento o acción) es TU responsabilidad. No se trata de justificar sus malas acciones ni de asumir el papel de víctima y victimario, si no de encontrar y aplicar los pensamientos y acciones que únicamente dependen de ti misma y que te pueden liberar de una molesta situación.
3. Trata de comprender a la situación, a tu pareja y a ti misma.
Tienes que aprender a reconocer la raíz de lo que te molesta, ponerte en los zapatos de tu pareja y cambiar el enfoque de cómo ves la situación desde otro punto de vista más profundo, para que no te tomes las cosas tan personalmente y te hagas un daño emocional innecesario.
4. Sé clara en lo que quieres.
Tienes que definir cuál es tu intención contigo misma primero, antes de exponer “tu verdad” ante tu pareja.
5. Comunícate con tu pareja desde tu corazón.
Debes aprender a expresarte sinceramente desde tu corazón con tu pareja. Existen técnicas de diálogo que verdaderamente permiten que puedas abrir tu corazón sin miedo, y que al mismo tiempo sepas como escuchar y comprender las necesidades de tu pareja.
Esto les ayudará a que ambos lleguen a acuerdos que realmente se sientan bien para los dos y que puedan comprenderse y unirse más como pareja.
Escribí una guía gratuita donde cada uno de estos 5 pasos estan bien definidos, pero actualmente la guía únicamente está disponible en inglés. Si estás interesada obtenla aquí.
Y como siempre, ¡me encantaría saber de ti! Platícame que haces tu para mantener la calma y solucionar los problemas que surjan en tu relación por el comportamiento de tu pareja.
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