Es la mañana del 14 de febrero. Hoy te despiertas más temprano, emocionada porque es un día especial. Tienes planes de ir con tu pareja para festejar el Día de San Valentín. Tienes que ir a trabajar, pero la emoción de saber que tendrás una gran noche romántica te ayuda a sacar energía extra para echarle ganas a todo lo que hagas en este día. Así es que hoy en especial te súper arreglas. Te alisas el pelo, te pintas, te pones un vestido que te hace un cuerpazo y tus taconazos más altos.
En tu trabajo de repente te llega una doble docena de rosas rojas con una nota que son la envidia de toda la oficina. La nota dice: “Eres la mujer más maravillosa de este planeta y te amo con todo mi alma”. Tu corazón se derrite y de inmediato le mandas un mensaje de texto a tu pareja: “Muchas gracias, mi amor, por las rosas que me mandaste, eres lo máximo, te amo y ya quiero que pase el tiempo para poder estar contigo”.
Finalmente llega la hora de reunirse. Cuando los dos se ven se dan un besote tan apasionado que hasta la temperatura sube en el lugar. Tu pareja se ve guapísimo, él también se arregló especialmente para ti. Te abre la puerta del coche, te toma de la mano en todo momento, te da besos y se porta cariñoso y romántico contigo, y tú con él. Además, durante la cena platican mucho, comparten sus pensamientos, sus confidencias, sus miedos y sus triunfos y se la pasan carcajeándose.
El tiempo se les va volando, y para cerrar este maravilloso día con broche de oro, cuando están en la intimidad él se muestra súper tierno y cuidadoso. El verte que estás disfrutando tanto lo hace disfrutar aún más de este momento tan especial. Los dos se sienten muy enamorados y la química entre ambos es genial.
Al otro día todo vuelve a la normalidad y los días, las semanas y los meses se pasan volando.
Con las responsabilidades diarias sientes un sutil cambio en tu relación. Aunque todavía las cosas van bien y son una pareja sólida, hay veces que sientes que algo falta. Los detalles entre ustedes han dejado de ser constantes y parece que otras personas y cosas son más importantes que su relación.
Al final del día, cuando por fin se reúnen están tan cansados que lo único que quieren hacer es comer, ver televisión e irse a dormir: “Buenas noches, amor, hasta mañana”… Después de un pequeño beso cada quien se acomoda en su lado de la cama para dormir.
Desafortunadamente, con el paso del tiempo la mayoría de las parejas dejan de ponerse el uno al otro como a la prioridad número uno en sus vidas, y dejan de ser detallistas (como cuando empezaron su relación o cuando es un día especial).
Pero si quieres que tu relación sea duradera y sólida, entonces deberás darle la atención que se merece y tratarla como si todos los días fueran el Día de San Valentín.
¿Te imaginas que pasaría con tu relación si los dos tuvieran tantos detalles, el uno con el otro, diariamente?
El hecho de que ahora tengas una “buena” relación, no garantiza que así vaya a ser en un futuro. Ni aunque los dos se hayan jurado amor eterno, ni aunque estén casados, ni aunque tengan hijos. Nada va a garantizar la calidad de tu relación más que la atención que ambos diariamente le den a la misma.
Piensa que tu relación es un hermoso jardín. Tal vez ahora hayan flores, arbustos y árboles frutales, porque te tomaste el tiempo de sembrar las semillas, nutrir la tierra, limpiar la maleza, y regarlo constantemente.
Hoy tienes el resultado de todos los cuidados que le has dado hasta ahorita.
Pero tu jardín necesita de cuidados constantes. Si le dejas de dar la atención diaria que necesita, la maleza regresará, tus arbustos perderán la forma, las flores se marchitarán y los árboles no darán frutos.
Puedes evitar esto. Asegúrate de que a diario hagas cosas como:
• Arreglarte para tu pareja.
• Mandarle mensajes de texto durante el día para hacerle saber que estas pensando en él.
• Decirle cuánto aprecias todo lo que él hace por ti.
• Sé su amiga y su cómplice y diviértanse juntos.
• Tengan una cita romántica solos una vez por semana.
Hay muchas cosas más que los dos pueden hacer para que su relación se fortalezca todos los días. Pero es importante que le digas a tu pareja cuáles son las cosas que te gustan que él haga por ti.
No caigas en la trampa en la que casi todas las mujeres caemos y pienses, “Él debería de saber lo que me gusta y necesito”.
Si esperas que él sólo tome la iniciativa y haga exactamente lo que quieres, pues lo más seguro es que termines frustrada.
Él no es un adivino que pueda saber las mil y una cosas que pasan por tu mente.
Es más, si al leer este blog piensas, “Se me hace buena la idea de tener lindos detalles con mi pareja a diario, pero ¿qué tal si él no los tiene conmigo?”…
¡No esperes que él responda de la misma manera si tú no le has comunicado que quieres que él también sea detallista contigo a diario!
Así es que comparte este blog con él, o platícale directamente que te gustaría que los dos se trataran diariamente como si fuera un día especial como San Valentín.
Los pequeños detalles que hagan a diario –o dejen de hacer– tendrán un impacto en la calidad de su relación, lo quieran o no.
Así que ¡ponte las pilas, exprésate y trata a tu pareja como si todos los días fueran San Valentín!
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