Ellen es una abogada de 45 años de edad, quien ha construido un despacho de renombre. Ella tiene una carrera exitosa, un marido cariñoso, dos hermosas hijas adolescentes, una casa increíble, y un muy buen círculo de amigos que le admiran por todos sus logros.
A pesar de tenerlo todo y más de lo que ella siempre quiso, Ellen se siente agotada y culpable porque cree que necesita ser todavía más productiva.
Ellen se despierta a las 5:00 am cada mañana. Se siente cansada por la mañana, por lo que a menudo se compra un doble expreso en camino a su trabajo para tener energía y poder concentrarse en su trabajo.
Ya para eso de las 3:00 de la tarde, Ellen se está muriendo de sueño y cansancio. Pero para poder sacarle más jugo a su cerebro, envía a su asistente a que le traiga un Caramel Macchiato, Venti, con un extra shot de café expreso, extra-caliente, Extra-crema batida, sin azúcar.
En algún momento, todos los días, Ellen siente que su cuerpo le pide a gritos una siesta, pero su mente le dice que no hay tiempo que perder, que ella necesita ser más productiva y terminar más proyectos.
Ellen cree que si no está ocupada entonces no está haciendo lo suficientemente productiva.
El problema es que cuando su mente está obsesionada con lograr innumerables proyectos, pierde la capacidad de concentrarse en lo que realmente importa.
Efectivamente es importante tener metas y ser productivo, pero hay que encontrar un equilibrio entre los objetivos del “mundo exterior” (trabajo, familia, mandados, etc.) y las metas del “mundo interior” (el bienestar, la salud, la relajación y el tiempo de diversión, etc.).
Cuando te sientes estresada y agotada, no puedes ser más productiva porque no puedes dar tu 100% como cuando te sientes bien y descansada.
Piensa en un momento en el que te has ido en una hermosa playa de vacaciones. Cuando estuviste ahi te la pasaste admirando cada amanecer y las puestas del sol sin tener que mirar el reloj, divirtiéndote en las olas, con un libro en una mano y en la otra una deliciosa margarita bien fría, disfrutando de un fabuloso masaje con piedras calientes, o simplemente disfrutaste la piscina.
¿Qué sucedió cuando regresaste a tu rutina diaria y la oficina después de las vacaciones?
Si, tal vez un millón de emails te estaban esperando pero, ¿a poco no te sentiste más ligera, con más energía, enfocada y productiva?
Para ser más productiva, tienes que tomar vacaciones todos los días. Claro que no puede ir a otros lugares, pero si puedes tomar mini vacaciones en la forma de descansos pequeños y tiempo de reflexión o sea, “tiempo para tí.”
Instintivamente, tu cuerpo sabe lo que es mejor para ti. Siempre que no le haces caso a su llamado desesperado para el descanso y la diversión, te trata de ayudar al sabotear tu capacidad de enfoque, bienestar y productividad.
¡Hasta una computadora tiene que apagarse de vez en cuando para que trabaje mejor!
Entonces, haz lo siguiente para ser más productiva cuando te sientas agotada:
Toma tiempo para unas mini vacaciones
Comienza poniendo simplemente una alarma al menos dos veces al día para recordarte que debes tomar un descanso, estar contigo misma y ver cómo te sientes y que es lo que más necesitas en este momento.
Ten en cuenta que tu mente obsesionada por hacer más te seguirá diciendo que no debes de perder el tiempo y debes volver al trabajo.
Es en este momento cuando debes tomar el control de la situación.
Nota la diferencia entre tus creencias y tus necesidades reales, y toma una decisión consciente para darte un merecido descanso.
Elije algo que se sienta bien
Pregúntate a ti misma: “¿Qué me haría sentir bien en este momento?”
Tal vez necesitas hacer una pequeña caminata, una breve meditación, salir al aire fresco y al sol, tomar una siesta de 20 minutos, llamar a una amiga, escuchar una canción que te suba el ánimo o las pilas, beber un poco de agua, resolver un Sudoku, leer un capítulo de tu libro favorito, ver un video divertido, o cualquier otra cosa que te haga sentir bien.
Piensa en todo lo que te trae alegría de una manera sana, y que verdaderamente nutre a tu cuerpo y a tu alma y ¡hazlo!
Éstos son algunos ejemplos de lo que algunos de mis clientes hacen y cómo se sienten cuando toman tiempo para hacer sus mini vacaciones:
“Todos los días durante el almuerzo, me voy a mi coche y tomo una siesta de 30 minutos. Fue difícil para mí hacer esto al principio, pero me siento tan bien después, que hasta ya no necesito una coca cola o un café y un postre para reanimarme y tener energía para el resto de la tarde”.
“Cuando estoy cansado en el trabajo, salgo de la oficina para tomar un poco de sol y aire fresco mientras escucho mi música favorita. Incluso después de un breve descanso de 15 minutos, me siento renovado. Ahora, estoy tomando descansos con más frecuencia, porque me he dado cuenta de que soy más productivo cuando lo hago”.
“Me encanta tener flores frescas en mi escritorio. Sólo con verlas y olerlas me da un poco de descanso doy un break en medio del ajetreo de cada día”.
¡Ahora te toca a ti!
La próxima semana, pon tu alarma dos veces al día y toma tus mini vacaciones. Haz algo que te haga sentir muy bien y te dé un descanso dentro de tu ajetreada rutina. Observa si después eres más productiva y platícame si te funcionó.
¡Me encantaría saber que pasa!
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