¿Alguna vez te has sentido rechazada, aunque sea por algo mínimo?
Tal vez hayas estado en una de estas situaciones o algo similar:
Deseas con toda el alma tener una mejor amiga (BFF), que sea tu confidente, que sea confiable, leal, y que aún con su rutina complicada, siempre haga un espacio para verte o al menos hablarte por teléfono.
Una de tus amigas podría ser “esa mejor amiga” que tanto quieres, pero te das cuenta que para ella solo eres “otra más” de sus amigas. Ella ya tiene a su BFF quien si está diario en su lista de prioridades, y un día mientras vas manejando, las ves a las dos caminando muy felices por la calle.
Aunque estás contenta por ver que se la están pasando bien, no puedes evitar sentirte triste porque tu todavía no has encontrado a tu BFF y porque, aunque suene infantil, te sientes algo rechazada por tu amiga.
O
Estas saliendo con un muchacho que conociste recientemente. Las primeras dos citas él se portó súper lindo contigo, y además se mostró súper interesado en ti.
Te llamaba diario por teléfono y te mandaba muchos textos para ver como estabas. Pero de repente la magia se acabó y el dejó de mostrar interés en ti.
Aunque ya le has dado mil vueltas al asunto en tu cabeza, no logras entender qué cosa hiciste mal para desalentarlo y tal vez piensas: “¿porqué querría estar conmigo? de seguro ya encontró a otra chava mucho más bonita e inteligente que yo”.
O
Se te ocurre una muy buena idea pero de inmediato es rechazada por tu pareja, tu jefe, o tus compañeros de trabajo, etc.
O
Pones un post en Facebook o Instagram y aunque tienes un gran número de “amigos”, casi nadie – o de plano nadie – le da un “me gusta” a tu post.
En fin, hay mil situaciones en las que te puedes sentir rechaza por alguien.
En esos momentos puede ser que sientas tristeza, miedo, coraje o pena, o una combinación de varias de estas emociones acompañadas de un nudo en la garganta, o un vacío en el estomago, porque alguien no te está validando ni apreciando de la manera que tu quisieras.
Cuando te sientes rechazada inmediatamente empiezas a pensar que:
- No vales la pena
- No eres lo suficientemente buena, inteligente, bonita, etc.
- Tienes mala suerte
- No te mereces X cosa, etc.
Empiezas a compararte con otras personas y sacas conclusiones de cómo deberías de ser diferente para que tu amiga, novio, jefe, cliente, etc., te aceptara de la manera que tu quieres.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
Cuando te sientas así de mal, imagínate que tu cuerpo se está convirtiendo en un sistema de alarma que a través de esos sentimientos y sensaciones incómodas simplemente te está avisando que tienes que cambiar algo.
¿Qué cosa tienes que cambiar?
Bueno, pues como es casi imposible el poder cambiar o controlar a otras personas (lo que piensen, digan o hagan es su rollo) lo único que SI puedes cambiar es TU manera de pensar y actuar.
Cuando te estés sintiendo rechazada enfócate en ti y deja de tratar de adivinar lo que otros están pensando.
Piensa: “Disculpa si no cumplo con tus expectativas…mi prioridad es cumplir con las mías.”
Pon tu atención en qué es la esencia de lo que en realidad quieres y cómo lo puedes obtener por ti misma o por otros medios.
Por ejemplo, si quieres una mejor amiga o una pareja que te aprecie y te trate bien, entonces tú misma apréciate y trátate bien.
Si tienes una muy buena idea compártela con otras personas que compartan tu visión.
Si quieres poner algo en facebook o Instagram, hazlo por el simple hecho de que a ti te gusta y lo quieres compartir independientemente de que te den “me gusta”.
Conviértete en tu BFF, tu pareja ideal y tu fan #1.
Antes de gustarle a los demás por lo que quieren que seas, debes gustarte a ti misma por lo que realmente eres.
Cuando tú te valores y le des validez a tus ideas, abandonarás el hábito de esperar la aprobación de los demás e irónicamente atraerás a tu vida a personas que también te sepan valorar.
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¿Te cuesta trabajo validarte a tí misma y siempre te importa muchísimo lo que otros piensan?
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