Una de las ventajas de ser padres en estos tiempos es que varias de las estructuras rígidas y estrictas con las que crecimos muchos de nosotros están perdiendo fuerza.
Antes se creía que entre más estricto(a), más marcada la autoridad y el respeto hacia el padre o la madre mejor iba a ser la educación de un niño.
Desafortunadamente este tipo de comportamiento en la familia no promovía que los hijos pudieran expresar libremente sus pensamientos y sentimientos y fomentaban la separación y falta de confianza.
En mi caso por ejemplo, yo ni siquiera estaba consciente de que sentía varios tipos de sentimientos como el enojo, el miedo, la tristeza, la culpa, la felicidad, la paz, el orgullo y la esperanza… solo sabía que me sentía “bien” o “mal” y todo lo que yo pensaba y sentía era únicamente para mí. Tal vez lo compartía de vez en cuando con alguna amiguita, pero nunca con alguien de mi familia, mucho menos con mis padres.
Con el paso del tiempo y gracias a la Psicología Positiva principalmente, se han ido implementando nuevas estrategias para promover una buena integración familiar. Estas estrategias promueven la apertura y unidad entre todos los miembros de una familia con el fin de que cada persona, sin importar su edad, se sienta amada, apreciada, escuchada y comprendida.
Una de las estrategias que hemos implementado en mi casa con mi hija desde que tenía 9 años son las reuniones familiares.
Al principio ella se negaba a participar. Decía (y todavía dice), que son “súper aburridas”, siempre que le decimos “ya es la hora de la reunión” contesta con un sonido parecido al gemido que hace un toro: “uwwww! “.
Pero la realidad es que ya a la hora de la reunión ella participa con gusto, sobre todo a la hora en la que a ella le toca dar su opinión o pedir algo.
Gracias a las reuniones familiares ella ha podido expresarnos:
1) Como le gusta y No le gusta que la tratemos (tono de voz, manera de pedirle las cosas, hora cuando pedirle las cosas).
2) Qué cosas le gustarian hacer (lugares para ir de vacaciones, clases a tomar, proyectos a hacer en familia.
3) Que asuntos en su escuela y con sus compañeros le causan conflicto o alegría y que retos o victorias tiene.
4) Que tareas de casa prefiere hacer (por ejemplo, acomodar los platos limpios en su lugar y poner la mesa en vez de lavar platos).
5) Como planear comidas que sean “para niños” y a la vez nutritivas.
Y más…
Reuniones familiares
Las reuniones familiares fortalecen la confianza y la autoestima de tus hijos porque los ayuda a sentir que su opinión y sus sentimientos son importantes. Les hace sentir que pueden confiar en sus padres, aprenden a comunicarse mejor, a escuchar y a respetar las opiniones y los sentimientos de los demás.
Además los prepara a tomar la iniciativa y ser líderes en el futuro en su vida personal y profesional.
Tu puedes comenzar ahora mismo con esta fabulosa práctica. Comunícale a tu familia que quieres comenzar a reunirte con ellos regularmente (semanalmente es preferible) con el fin de tener una reunión familiar y sigue estos consejos que tevan a ayudar a llevarla a cabo:
- Determina el día y la hora en que las reuniones tomaran lugar. Lo debes de tomar muy en serio. Si no lo agendas, tal y como si fuera una importante cita con algún doctor o de trabajo, lo más probable es que no lo vayas a hacer.
- Asigna a uno de tus hijos como el director de la reunión. Si tienes varios hijos haz que todos tengan un turno en este rol.
- Sigue este formato para la reunión:
1. Felicitaciones y Agradecimientos. Cada persona toma un turno para decirle a cada una de las personas presentes en la reunión algo que le agradecen y alguna felicitación por algo que hicieron o aprecian en ellos.
2. Evaluación de soluciones pasadas. Hablarán sobre los resultados de cualquier cosa que hayan decidido implementar en su familia. En su primera reunión no tendrán mucho que hablar sobre este punto, pero a partir de la segunda reunión de seguro que tendrán algo bueno para compartir.
3. Asuntos a tratar:
a) Compartir sentimientos
b) Invitar a una discusión
c) Lluvia de ideas para encontrar soluciones
Aquí es de donde van a sacarle el “jugo” a la reunión. Todos podrán opinar pero ten cuidado en manejar un tema a la vez. Si hay muchos temas a tratar, elijan uno o dos y dejen los demás para la siguiente reunión.
Trata de que las reuniones no tarden muchísimo tiempo porque esto puede hacer que tus hijos (y tú) se desesperen y pierdan el enfoque e interés.
4. Calendario.
Aquí tienen la oportunidad de planear como pueden pasar tiempo de calidad desde lo que harán el próximo fin de semana, hasta a donde van de viaje hasta en las próximas vacaciones. Es muy importante utilizar el calendario constantemente, sobre todo en los periodos de descanso largos, como cuando hay vacaciones, ya que es en esta época es cuando no se sigue una rutina y puede haber caos en la vida familiar. Usen el calendario en estos periodos para establecer horarios de estudio , horarios sobre otras obligaciones y horarios de diversión.
¡Ahora si!
Ya tienes la estructura básica para llevar a cabo una buena reunión familiar. Tu tarea principal va a ser que hagas de esta práctica un hábito para que puedas ver los verdaderos resultados de cómo una simple reunión familiar fortalece la confianza, no solo en tus hijos, sino también la de todos los miembros de la familia, incluyéndo la tuya.
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