Sara, una de mis clientes, es una mujer muy segura de sí misma. Cero celosa y de acuerdo con la idea de que “no tiene nada de malo hablar con los exes” dejaba que su marido fuera amigo de su ex, Lesley, a quien conocía desde la universidad.
Un día que Sara y Joseph (su marido) se habían enojado por una pequeñez, Joseph casualmente ya tenía planeado ir a comer con Lesley esa tarde. En la comida, él con toda la buena intención del mundo comentó lo que estaba pasando con Sara.
Para su sorpresa, Lesley le dijo a Joseph que lo sentía mucho, y quería que él supiera que ella siempre estaría disponible para él en el caso de que las cosas con Sara no funcionaran.
Lo bueno es que Sara y Joseph tienen una muy buena relación de pareja y su comunicación es abierta y honesta.
Después de arreglar el asuntito que tenían pendiente, Joseph le contó a Sara lo que Lesley le dijo, y aunque Sara tiene total y absoluta confianza en su esposo Joseph, obviamente no la puede tener en Lesley. Después de una muy buena platica decidieron mejor no tener amistad con sus exes.
Sara y Joseph tomaron una muy buena decisión. Expertos que han trabajado con literalmente miles de parejas como el Dr. Williard Harley, recomiendan que en general, lo más sano para una relación es que ninguno de los dos tenga contacto con sus exes porque esto puede generar sentimientos de celos, inseguridades, falsas esperanza o confusión emocional.
Claro que hay algunas excepciones, como por ejemplo, en el raro caso en el que de verdad haya una amistad genuina, o si se tienen hijos con un ex.
Aún así, lo más recomendable para la pareja, es que se ponga una buena distancia (límites) con su(s) ex(es).
Esto no quiere decir que uno no deba de ser amable con ellos, puede ser que de verdad uno sienta un deseo sincero de tener una amistad sin tener la intención de tener algo que ver con ellos.
Pero…¿cómo saber cuáles son las intenciones reales del ex? ¿qué tal si ellos no han sanado totalmente por la ruptura y tienen la esperanza oculta de volver algún día?
Muchas veces es por ego, por lo que una persona quiere seguir teniendo contacto con un ex. En el fondo, la persona quiere saber si el o ella fué alguien importante en la vida de su ex pareja, y hasta siente satisfacción al pensar que así fuera.
Mejor, para evitar problemas, ambas personas dentro de una relación sana deben de enfocarse en el presente y no involucrarse con asuntos o personas del pasado, para así poder fortalecer la confianza que se tienen el uno con el otro.
Un ex es una persona del pasado y al pensar en ellos, hablar de ellos o pasar tiempo con ellos, es involucrar algo del pasado en el presente. Mejor, piensa en, habla y pasa el tiempo con tu pareja actual. Pon tu atención en él o ella y al hacerlo, fortalecerás tu relación. De esta manera, lo más probable es que tu pareja actual no se convertirá en otro(a) “ex”.
¿Qué piensas? ¿Cómo te sentirías si tu pareja fuera amigo(a) de su ex?
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